lunes, 27 de mayo de 2013

PROGRAMA PARA EDUCAR EN VACACIONES


 


Se van acercando rápidamente el final de curso y las vacaciones de verano. Indudablemente es un respiro y se necesitan, pero  por otro lado si no sabemos qué hacer con los niños tanto tiempo, puede desbordarnos la situación. Sabemos que cuando están desocupados y se aburren, acaban empleando el ingenio y la energía en molestar y procurar guerras a todos los de casa o bien  abusando de ordenador, televisión, calle…
Con los hijos es mejor ir por delante, proponiendo y llevando una dirección,  que por detrás, reprochando o enmendando todos los errores o destrozos. Merece la pena invertir algo de tiempo en planificar; en el fondo, ganamos tiempo y ganamos niños.
Igual que los maestros no empiezan curso sin una idea clara de lo que van a hacer ese año, sin una programación precisa de contenidos y actividades, nosotros, padres y madres, tampoco deberíamos empezar el verano así. Por supuesto no es necesaria tanta formalidad ni tanto detalle, pero sí una idea clara de qué queremos hacer este verano, qué actividades no deben faltar y qué horario. La organización es una de las claves del funcionamiento de las instituciones y empresas. El hogar es una pequeña institución.

Nos parecen  actividades imprescindibles:
  1. Poner una hora de levantarse. Cada uno piense una hora adecuada que asegure el descanso necesario, pero una vez conseguido... ¡¡arriba, que hay mucha vida por vivir!! Si aseguramos esto, todo irá muy bien. Si empezamos pactando con la pereza, la arrastraremos todo el día.
  2. Tiempo de colaboración en el hogar, con pequeños servicios, adaptándonos a las edades. Nunca lo omitáis, más que el trabajo en sí que puedan realizar es el hábito, la disposición que se va generando en ellos lo que es vital.
  3. Tiempo de estudio. También con poco será suficiente. Conviene que no olviden lo adquirido durante el curso para no empezar el curso a cero. El ponerse al día después se les podría hacer muy duro.
  4. Mucho tiempo de juego: familiar y solos, de todo. Juegos de deporte, de mesa, de parque... tenemos mucho para variar (no queremos decir todo en un día, claro). También puede ir bien recorrer las habitaciones de casa con papel y lápiz para ir anotando todos los juegos o actividades que tenemos en casa, que se acumulan en los armarios y no les sacamos provecho. Hay muchos muy interesantes, divertidos , culturales, de destreza... ya sabéis: puzzles, construcciones, de manualidades, de conectar preguntas con respuestas, de ingenio, de cultura, de magia... en fin ¿para qué queremos tantos, si no los usamos?
  5. Tiempo de dialogo familiar y personal con los distintos miembros de la familia. Empezando entre nosotros, padres, como base de los otros. Tenemos más tiempo para fomentar la unión entre nosotros y con ellos. Estos diálogos conservarán de forma natural la apertura de los hijos a los padres, que tanto deseamos todos. También es el momento de hacerles pensar sobre alguna actuación o comportamiento que no estuvo bien y porqué, y si fuera conveniente ponerles alguna penalización ya que esto les ayuda a comprender donde están los límites.
Y luego todo lo que queráis: manualidades, parque, cocina, música, inglés, deporte, disfraces… Realmente necesitamos todo un verano para poder hacer todo esto, no lo desperdiciemos. Son años preciosos, que no volverán  (aunque  haya otros), los cimientos  que pongamos ahora nos permitirán construir muy alto después.

EL SECRETO DE LOS ENANITOS:
Por si ayuda a ambientar todo esto, podemos presentaros a unos personajes que todos bien conocemos: Blancanieves y los siete enanitos. Si  a algún hijo le resulta infantil, se le puede encargar de presentar todo esto al otro(s) hermano(s) y que lo anime él echándole una buena dosis de imaginación.
Cada semana le tocará a un personaje ser el protagonista y explicar el secreto de su nombre. Nos hará pensar sobre un valor y nos  podemos proponer algo de forma conjunta  en casa. Sería muy conveniente fijar una asamblea al final de la semana para evaluar cómo nos ha ido el propósito y para presentar al nuevo personaje.
Como idea sencilla, se puede dibujar el personaje (en entretela blanca y con plastidecores quedan muy vistosos) e ir decorando la habitación. Esto hace atractivo al niño toda esta historia, le es mucho más fácil de recordar y al mismo tiempo le mantiene la ilusión por  llegar a tener todos los personajes. Ahí os los presentamos.

Enlace a fichero.pdf con las figuras